Diabetes

La presión arterial y el colesterol: lo que un diabético debe controlar para evitar un ataque cardíaco




Si padeces de diabetes, por supuesto que es esencial que controles el nivel de azúcar en tu sangre. Pero tienes algo más de lo que preocuparte y ocuparte. Además de la glucosa, es importante que controles el colesterol y la presión arterial para disminuir el riesgo de desarrollar problemas cardíacos.



Con seguridad tu doctor te ha mencionado, o has leído, que las personas que padecen de diabetes tipo 2 (en la que el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa apropiadamente), tienen un riesgo de dos a cuatro veces mayor de sufrir de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Pero hay una manera efectiva de minimizar ese riesgo.
Un estudio realizado en Kaiser Permanente Center for Health Research en más de 26,000 pacientes, y publicado en el Journal of General Internal Medicine, reveló que los diabéticos que quieren reducir sus probabilidades de tener problemas del corazón deben controlar también su presión arterial y su nivel de colesterol “malo” en la sangre. Según el estudio (que duró seis años), los participantes que controlaron esos factores de riesgo fueron menos propensos a requerir hospitalizaciones debido a ataques cardíacos o a accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) que los que controlaron sólo el nivel de azúcar en su sangre. La mayoría de los estudios anteriores se centraron en uno o dos de esos factores, pero no en los tres al mismo tiempo.

Eso no significa que regular el azúcar en la sangre no sea importante, sino que el control del colesterol “malo” o colesterol de baja densidad (o LDL por sus siglas en inglés) y la presión arterial pueden ser aun más importantes cuando se trata de prevenir problemas cardíacos.

Los investigadores calcularon los niveles de la presión arterial sistólica (el número más elevado, que debe ser menos de 130 en los diabéticos tipo 2), del colesterol “malo” y del azúcar en la sangre de los participantes. Había seis posible categorías en el estudio, que iban desde dejar sin control alguno, todos los factores de riesgo, hasta controlarlos todos. Aparte de la presión, lo ideal es un nivel de colesterol malo (LDL) de menos de 100 (mg/dl) y un nivel de azúcar en la sangre (A1c) o hemoglobina A1c de menos de un 7%.

Durante el tiempo que duró el estudio, 1,943 participantes requirieron hospitalización debido a un diagnóstico de problemas del corazón o accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales o apoplejías). El promedio de edad de esos participantes fue de 65 años. El promedio de edad de los que no requirieron hospitalización fue de 58 años.

Los participantes que controlaron los tres factores de riesgo, o sólo la presión arterial y el colesterol LDL, tuvieron tres veces menos probabilidades de requerir hospitalización que los otros. Y los más propensos a requerir hospitalización fueron los participantes que no tuvieron controlados ninguno de los factores de riesgo, o sólo el nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, tanto los que se hospitalizaron como lo que no se hospitalizaron tuvieron el mismo promedio (7.3%) en el nivel de su A1c, o sea, de su azúcar en la sangre.
La relación entre la falta de control de la presión arterial y el colesterol y los ataques al corazón o los accidentes cerebrovasculares (ACV) se mantuvo, aun tomando en cuenta las enfermedades ya existentes y los otros factores que también podrían tener un papel en los participantes. El estudio también demostró que tener el nivel de azúcar por debajo de 7 no proporcionó ningún beneficio adicional.

Sin embargo, otras enfermedades en los participantes del estudio hicieron difícil detectar los efectos verdaderos del control del azúcar. En realidad, su efecto protector en las enfermedades del corazón es muy lento en comparación con el del colesterol y la presión. Toma más tiempo en manifestarse, y probablemente no es tan aparente como los efectos del control de la presión y del colesterol, pero también existe. Por eso es importante que controles los tres factores. Si ignoras uno de ellos, es posible que a la larga tenga un efecto nocivo en el riesgo de las enfermedades cardiovasculares.

Aunque la diabetes se manifiesta básicamente con una elevación en el nivel del azúcar en la sangre, el mensaje del estudio es que si padeces de diabetes tipo 2, el nivel del azúcar no es el único factor que debes tener en cuenta. Es importante que controles no sólo el nivel del azúcar en la sangre, sino también la presión arterial y el nivel del colesterol “malo”.
Pero idealmente, si quieres lograr ese control, es esencial un diagnóstico temprano de la diabetes para poder lidiar con ella lo antes posible. De acuerdo a algunos expertos, una vez que se ha establecido la enfermedad cardiovascular o que has padecido de diabetes durante mucho tiempo, el impacto del control de la glucosa podría no ser tan significativo como en las primeras etapas. Si te preocupas de controlar desde el principio los tres factores de riesgo, tus probabilidades de sufrir ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares disminuyen considerablemente.

Te recomiendo que visites a tu doctor regularmente para que coordinen un plan de medicamentos, de alimentación y de ejercicios y así puedas controlar estos tres factores tan importantes para tu salud y tu vida.

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